Signos de identidad cultural y nacionalismo,
Entrevista.
Autor: Ana Piquer
En esta entrevista los artistas; Giovanni Fabián Guerrero, Jaime Ruiz Martinez, Tuxamee y Wendy Cabrera Rubio nos hablan de los puntos de encuentro entre la identidad cultural, el nacionalismo y su producción artística.
¿Qué es para ti la identidad cultural?
Giovanni. Pertenecer a un territorio específico, donde vivieron mis antepasados, sus luchas y resistencias para defender el bosque.
¿Cuál es tu opinión del nacionalismo?
Giovanni. Que debe pensarse desde los movimientos y luchas de los pueblos originarios, vivimos en una modernidad fallida que nos hace pensar en volver al origen.
¿Qué relación tiene tu obra con la idea de “lo mexicano”?
Giovanni. Intento hacer una búsqueda de lo cotidiano, lo colectivo, dinámicas que le dan un sentido profundo a los procesos de organización y autonomía de mi comunidad de origen: Cherán. Me interesa mostrar un imaginario de lo que no se ve pero siempre está presente, en nuestra forma de vida como pueblos contemporáneos.
¿Qué piensas del arte como estrategia política para la construcción (o deconstrucción) de la identidad nacional?
Giovanni. El arte es una herramienta para mantener la memoria viva, es fundamental para los procesos de identidad futuros, creo en la transmisión de conocimientos a través un arte comprometido con las problemáticas actuales.
¿Qué es para ti la identidad cultural?
Jaime. Creo que la idea de identidad es muy limitada y en algunos casos impone e interrumpe la emergencia de nuevas subjetividades, prefiero términos como singularidad o gestualidad subjetiva desde donde podamos crear otras formas de nosotrxs. La identidad cultural se ha utilizado como discurso hegemónico para discriminar y exterminar a lxs otrxs diferentes, una forma institucional de xenofobia. Me gusta cuestionar las nociones de identidad haciendo híbridos conceptuales, ensamblajes de símbolos gráficos de diferentes proveniencias.
¿Cuál es tu opinión del nacionalismo?
Jaime. Creo que el concepto de nacionalismo impone pensamientos, culpas y está basado en historias oficiales del origen y devenir institucional. Demarca fronteras y justifica formas de desprecio. Es una serie de estrategias para diferenciar favorablemente a las hegemoníasdominantes y al mismo tiempo definir a lxs indignxs. Creo que en México seguimos siendo un fantasma nacional del siglo xix y xx, por eso muchos de los símbolos que utilizo en mi obra aluden irónica e icónicamente a ese tiempo.
¿Qué relación tiene tu obra con la idea de “lo mexicano”?
Jaime. Mi obra tiene que ver con Oaxaca como centro funcional de paradigmas ancestrales, proponiendo fábulas sobre el origen, lo regional, la identidad, el descubrimiento y otros relatos que condicionan la subjetividad. Mi obra trata de encontrar la posible relación de lxs antiguxs coreanxs con las culturas indígenas de Mesoamérica y con Gasparín, buscando narrativas de los estados del fantasma (espectro, fantasmagoría, aparición) y desestabilizar historias oficiales hegemónicas.
¿Qué piensas del arte como estrategia política para la construcción (o deconstrucción) de la identidad nacional?
Jaime. Considero que el arte tiene muchas posibilidades de reconstruir historias, cuestionar imposiciones y crear discusiones acerca de las instituciones de la identidad. Creo que el repertorio histórico de estrategias artísticas y las prácticas de contexto específico han hecho posible los universos políticos del arte contemporáneo.
¿Qué es para ti la identidad cultural?
Tuxamee. La identidad cultural se conforma de todos esos signos que nos van esculpiendo en el proceso de vida y nos representan a partir de acciones que construyen nuestra personalidad, misma que se manifiesta y transmite desde el interior hasta lo físico. Hayagentes que nacen con nosotrxs y que indirectamente nos dan brochazos en nuestra representación como seres sociales, aquellos que van siendo aceptados por el auto consentimiento y que formulan ciertos criterios para el desarrollo de las IDENTIDADES. Factores que travisten el ser, algunos individuales y otros que nos hacen sentido de forma comunal, algunos refieren a geografías biológicas, políticas, socio/culturales y otras siendo indirectamente impuestas por agentes externos como lo familiar y algunas reacciones de lo mediático, político e instituciones.
¿Cuál es tu opinión del nacionalismo?
Tuxamee. El nacionalismo es una clara respuesta del Estado por apaciguar e imponer las ideas de sentimiento de un gran “amor tóxico” por la geografía política ante la revelación radical de la patria. Hay una invención de identidades plastificadas y maquilladas como buenas samaritanas, que forjan violencias y actos de discrminación. Es un abanicazo de cúmulos de “identidades” asaltadas a partir de geografías culturales que conforman parte del espacio político, sin importar éticamente cuáles son los espacios pertenecientes, es una creación de héroes/ mártires a partir de la historia política de un país y lo más atrevido, “festejar y conmemorar guerras” con intenciones de obtener poder y supremacía.
¿Qué relación tiene tu obra con la idea de “lo mexicano”?
Tuxamee. Algunas piezas que he realizado tienen una absurda representación de las construcciones nacionalistas que evocan antisentimientos de la patria, juegan con el fanatismo intransigente de la politiquería impregnado en los espacios sociales y la historia construidapor el Estado y las instituciones. Me gusta tomar símbolos e invertir su sentido, enjotecerlos,generar espacios que refieren a mi identidad y seguridad. Desde lo kitsch hasta otros espacios que representan la parodia estos símbolos emergen y se transforman también en espacios de seriedad, rebeldía y disidencias que refutan e incomodan a los pensamientos chovinistas.
¿Qué piensas del arte como estrategia política para la construcción (o deconstrucción) de la identidad nacional?
Tuxamee. Pienso que lo creativo siempre será un espacio para generar diálogo ante ciertas cuestiones para cualquier tipo de situación histórica, social y política.
¿Qué es para ti la identidad cultural?
Wendy. Creo que a diferencia de la nacionalidad, que es homogeneizante y esencialista, la identidad cultural tiene la cualidad de ser un concepto más amplio y más poroso, que permite hablar más fácilmente de las complejidades y las especificidades históricas de los grupos al tener la libertad de no ser heredada férrea e inflexiblemente.Creo que puede permitir que otras formas de diferencia permitan marcar fisuras en el sistema cultural hegemónico al crear nuevas articulaciones entre lo “local” y lo “global” que no pueden cartografiarse en términos de naciones y culturas nacionales.
¿Cuál es tu opinión del nacionalismo?
Wendy. El nacionalismo es una idea profundamente moderna, que paradójicamente promueve la “diferencia” a través de la homogeneidad basándose en el concepto de frontera, tanto literal como figurativamente. Uno de los inventos más agresivos y eficientes del nacionalismo mexicano es el mito del mestizaje, el cual es una narrativa sumamente peligrosa que genera una falsa idea de homogeneidad, y que ha quedado permeada en el imaginario colectivo, esto ha permitido la continuidad de políticas centralistas, violentas y patriarcales. Por último, me gustaría aclarar que la única idea de nacionalismo que he experimentado y estudiado es la del nacionalismo mexicano, que aunque creo que comparte similitudes con otras formas de nacionalismo, no podría hablar de las complejidades de aquellos.
¿Qué relación tiene tu obra con la idea de “lo mexicano”?
Wendy. Me interesa deconstruir la idea de “lo mexicano” al intentar entender cómo se configuraron ciertos conceptos y el papel que la producción visual tuvo en ellos. Me interesa muchísimo cómo el Estado Nación se representa así mismo, cómo se representa para la diplomacia internacional y cómo las imágenes pueden escaparse a estas configuraciones oficiales y revertirse.
¿Qué piensas del arte como estrategia política para la construcción (o deconstrucción) de la identidad nacional?
Wendy. Ufff… El arte ha sido fundamental para la creación de la identidad nacional, creo que eso es algo indiscutible, sobre todo en el caso mexicano, podemos ver un sin fin de ejemplos,desde el cine, las ferias internacionales hasta la literatura. También podemos ver cómo los gobiernos de distintos partidos han reutilizado las mismas imágenes configuradas en el méxico posrevolucionario hasta el cansancio, esto nos debe decir mucho sobre lo efectivas que resultaron. Sin embargo creo que por medio del arte podemos deconstruir también la ideología detrás de ellas, o por lo menos un poco. Uno de mis ejemplos favoritos son las pinturas murales de Daniel Aguilar Ruvalcaba donde pinta en un muro los fragmentos de murales que se encontraban en los billetes, haciendo visible los mecanismos de producción y distribución
de las imágenes generadas en el muralismo, develando tanto los aspectos legales como los estéticos.