La casa-estudio de Donald Judd en Nueva York
Interior de la casa-estudio de Donald Judd. Imagen tomada de Architecture Research Office
Se dice que mientras más simple es la obra, más complejo es el comentario. Sin duda, el trabajo del artista norteamericano Donald Judd (Estados Unidos, 1928-1994) es prueba de esto. Judd, considerado como uno de los principales representantes del minimalismo, buscaba la simplicidad de la forma y la relación de los objetos en el espacio.
El artista tenía la creencia de que “el espacio real es intrínsecamente más poderoso y específico que la pintura en una superficie plana. Lo tridimensional puede adoptar cualquier forma, regular o irregular, y puede establecer todo tipo de relación con el entorno o no establecer ninguna en absoluto”. Por ello, procuraba crear cierto ritmo y armonía entre la forma geométrica del objeto y el lugar donde éste estaba situado.
Entre sus obras principales se encuentran los “objetos específicos”, que consisten en cajas de acero inoxidable y aluminio galvanizado adheridos a la pared en una alineación vertical con intervalos idénticos, a modo de escalera. La simplicidad de sus estructuras se limita a la interacción objeto-espacio-espectador y la conciencia formal que éste último obtiene a partir de la contemplación de la obra.
Fachada del edificio de la residencia de Donald Judd. magen tomada de Architecture Research Office
El norteamericano murió a los 65 años de edad dejando atrás un importante legado, que incluye su casa-estudio en el barrio de SoHo, Nueva York, donde trabajó y vivió durante 25 años.
Tras una restauración de tres años que costó $23 millones de dólares, dicho edificio, característico por su magnifica fachada de hierro del siglo XIX, cuyas puertas abrieron al público en junio del 2013 para conmemorar el 85 aniversario de nacimiento del artista.
Los visitantes apreciaron la magnífica colección de Judd, que cuenta con obras de sus colegas Dan Flavin, Claes Oldenburg, John Chamberlain, Frank Stella y Larry Bell, entre otros, así como muebles diseñados por Alvar Aalto, Gerrit Rietveld y el mismo Judd.