La obra
A principios del siglo XX, nuevos movimientos espirituales como la teosofía, difundida por Helena Blavatsky o Annie Besant, entre otras figuras, y la antroposofía de Rudolf Steiner, con su búsqueda de un lenguaje capaz de expresar una realidad metafísica, inspiraron no sólo a conocidos pioneros del arte abstracto, como Kandinsky, Mondrian o Malévich, sino también a ciertas mujeres solitarias, imbuidas de un rico mundo interior, como Georgiana Houghton o Hilma af Klint.
La presente antología –basada en un seminario celebrado en el Museo Guggenheim de Nueva York en octubre del 2018– examina en detalle este sugestivo fenómeno cultural a través de la fascinante figura de Hilma af Klint, cuya obra pictórica ha acaparado un asombroso interés internacional más de cien años después de su creación.
160 p.p.
Especificaciones
22 cmsMedidas sin marco
28 cms
Hilma af Klint
Originaria de Suecia, Hilma af Klint (1862-1944) es una pionera de la abstracción y una vanguardista adelantada a su época. Con intereses en la magia, la espiritualidad y la teosofía, Klint plasmaba una abstracción pura y concisa que eran pintadas en un estado de trance -incluso antes que los mismos surrealistas. En vida nunca gozó de reconocimiento ni fama, sus obras no vieron la luz hasta 1984, 40 años después de su muerte, y poco a poco se ha revalorizado su labor como pionera.