Junto a Jackson Pollock, Rothko (1903-1970) fue el mayor representante del expresionismo abstracto. Su obra, característica por sus bloques de color que se superponen unos a otros, redujo radicalmente el número de formas en sus cuadros y las hizo extendió hasta que llenaran el lienzo, flotando sobre campos de colores teñidos con bordes a penas visibles. Según el mismo Rothko, su pintura no era una manera de expresarse, sino declaraciones sobre la condición del hombre.